Presentación

Hola me llamo Lucía, tengo 11 años y vivo en Íllora. Estudio en el colegio Gran Capitán. Mi pueblo es grande y bonito.

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Hello I'm Lucia, I'm 11 years old and I live in Illora. I study in the collage Great Capitain. My town is very nice.

Yo también soy escritora

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El divertido paseo por el bosque
Un buen día Juan, Andrés y Pablo decidieron ir a dar una vuelta por el bosque, pero, no sabían los peligros que podían encontrarse. El bosque estaba lleno de animales, con muchas plantas y daba susto. Cuando se adentraron no sabían hacia donde ir, se habían perdido. Pablo que era el más listo dijo que se fueran a dar un paseo y disfrutar. Cuando dieron una vuelta Andrés decidió que como el sabia hablar con las águilas que podía llamar a una, y así lo hizo llamo a un águila que se llamaba Gandi ella los llevo a un espacio abierto. Allí encontraron a un oso pardo que se llamaba Napoleón que los llevo a una cueva prehistórica adornada muy bien y en la que sobrevivieron aquellos días. Hicieron una hoguera y con unos trapos que encontraron tirados se hicieron unas camas. Por la mañana Gandi que era muy generosa les trajo todo lo que encontró para que se lo comieran de desayuno y por la tarde los llevo a ver unas crías de león y otras de tigre. Pero desde lo alto porque les podrían atacar. Juan que era un niño muy sabio creyó que seria bueno ir a por comida para cenar y fueron buscando comida en todos los huertos que había. En uno de ellos lo vio el dueño y Gandi los cogido corriendo y los llevo a la cueva. Los niños que eran muy buenos pensaron que seria bueno hacerles un regalo a sus amigos Gandi y Napoleón ya que ellos se habían portado muy bien con los niños. A Gandi que era muy pincha le hicieron un vestido con los trapos de sus camas y a Napoleón como era muy comilón una ración de peces. En el tercer día Javier un apuesto policía los encontró en la cueva y los llevo a sus casas. Sus madres estaban muy preocupadas, pero, cuando los vieron no podían dejar de abrazarlos, ellos les contaron las aventuras que tuvieron y a los amiguitos que habían conocido. Así fue la aventura más divertida que habían tenido en su vida.

El misterio del viaje de estudios
Eran las ocho y media de la mañana. Todos estábamos nerviosos por que !Nos íbamos de viaje de estudios¡ Empezamos a subir al autobús cada vez más ansiosos por llegar. Tras tres horas de autobús llegamos al hotel. Nos dieron un tiempo para soltar nuestras cosas y organizar la habitación y después marchamos a Huelva. Allí fue todo maravilloso y nos divertimos muchísimo. Cuando terminamos fuimos de vuelta al hotel, todos estábamos cansados. Cuando decidimos ir a cambiarnos para la discoteca entramos en las habitaciones y nos dimos cuenta de que... nuestras maletas habían desaparecido. Como estábamos tan entusiasmados nos fuimos directamente a la discoteca sin importarnos lo que pasara. Pero el grupo de Amanda sospechábamos algo. ¿Quien podría habernos quitado nuestras cosas? ¿Que querían de nosotros? Nos preguntábamos constantemente. Entonces decidimos volver a la habitación e investigar sobre lo ocurrido. Estuvimos tanto rato buscando que al cabo de dos horas nos dimos cuenta que las únicas que podían haber entrado en la habitación eran las dependientas.


Avisamos al maestro y al director del colegio y fuimos a preguntar a las dependientas que si sabían algo, pero no dijeron nada.


Cuando dimos vuelta para ir a las habitaciones nos dimos cuenta de que tenían unos rayos magnéticos en los ojos, con los que atacaron a el director y al maestro. El grupillo empezamos a correr temiendo que nos atacaran a nosotros también. Nos fuimos a dormir y cuando nos despertamos solo quedamos Amanda, Cristina, Maria del Mar, Sara y yo. Hicimos planes, construimos trampas y hayamos la solución. Sabíamos que las dependientas eran brujas y teníamos la solución para matarlas. Solo con una simple voz que dijera “te amo” solucionaríamos el problema. Cuando dijimos las palabras mágicas las brujas se desmayaron. Todos se despertaron, y cuando los policías habían atrapado a las brujas todos nos fuimos a Isla Mágica. Y todos no lo pasamos súper bien.

La cigarra y la hormiga
   La liebre y la tortuga

Cantando la liebre pasó el verano entero, sin hacer provisiones allá para el invierno. Los fríos la obligaron a guardar el silencio, y a acogerse al abrigo de su estrecho aposento. Viose desproveída
del preciso sustento sin zanahorias, sin hierbas, sin trigo, sin centeno. Habitaba la tortuga allí tabique en medio, y con mil expresiones de atención y respeto le dijo: "Doña tortuga, pues que en vuestros graneros  sobran las provisiones para vuestro alimento, prestad alguna cosa con que viva este invierno esta triste liebre, que alegre en otro tiempo, nunca conoció el daño. Nunca supo temerlo. No dudéis en prestarme, que fielmente prometo pagaros con ganancias por el nombre que tengo". La codiciosa tortuga respondió con denuedo, ocultando a la espalda las llaves del granero: "¿Yo prestar lo que gano con un trabajo inmenso? Dime, pues, holgazana: ¿Qué has hecho en el buen tiempo?" "Yo, dijo la liebre,
a todo pasajero cantaba alegremente sin cesar ni un momento." "¡Hola!, ¿conque cantabas cuando yo andaba al remo? Pues por mi buen corazón te dejare entrar pero me tendrás que prometer que en el verano que viene seras tu quien trabaje y yo quien cante alegremente a los pasajeros.





La plaza de la iglesia
La plaza de la Iglesia. Entrando a la plaza ves un espacio abierto donde esta la Iglesia.
Su suelo es adoquinado. Hay unas escaleras a la derecha y otras a la izquierda para subir a la Iglesia, debajo hay un pilar. La Iglesia está hecha de piedra y es muy antigua es del siglo XVI. La plaza tiene farolas y bancos de piedra. Alrededor de la plaza hay cuatro calles. En frente de la plaza hay un bar (el bar setenta y dos), alrededor casas, de dos o tres pisos y de diferentes colores. A su derecha hay una joyería y a su izquierda una farmacia y una biblioteca que antes era un ayuntamiento.
La plaza me gusta por que me siento cerca de la casa de Dios. A mí me encantan la plaza por que es muy bonita, alegre y cerca está uno de los edificio más antiguo del pueblo.

 Mi maestra de Matemáticas.

De repente, la puerta se abrió y apareció una mujer alta. Para todos fue una sorpresa. Tendría unos cincuenta y dos años. En su cara de color blanca, destacaban unos ojos negros y brillantes. Tenía los pies pequeños y andaba rápido. Se colocó enfrente de nosotros y dijo: “Ya estoy aquí, ¿me esperabais tan pronto?” Su voz era suave pero transmitía cierta energía.
Tenia un pelo de color marrón oscuro con alguna que otra cana. Sus extremidades eran largas puesto que ella era muy alta para una mujer. Le gustaba ir a la playa y se le daba muy bien la papiroflexia.
En silencio, nos miramos de reojo. No era como habíamos imaginado, pero a todos nos gustó. Más tarde comprendimos por qué: era una persona amable, simpática y graciosa. Escuchaba a todos con paciencia y tenía siempre una respuesta inteligente a nuestras preguntas. Trabajaba mucho y nos hacía trabajar, pero era tan divertida que en su clase las horas volaban. Así era nuestra maestra.
 Mi taza nueva
En la repisa de la despensa hay una taza que me llama la atención por sus colores, su forma y su tamaño.
Esta taza es con la que desayuno muchas mañanas; por que a veces esta sucia. Su forma cilíndrica y sus colores verdes y naranjas me encantan. Su tamaño es normal y es poco pesada. Es de cristal. Su textura es por fuera rugosa por que los dibujos son resaltados y por dentro lisa. En su barriga hay un dibujo del demonio de Tazmania y por detrás tiene una asa.
A mí me encanta mi taza, porque es preciosa y nueva.
Descripción del empleado.


Paco se acerca al empleado y éste se levanta con rapidez. Es un hombrecillo gordete, con buen aspecto y con unas gafas de color azul. Lleva el mono con un tirante caído y de color azul y con una camiseta blanca debajo. Su tez es de color tostada. Su pelo es de un color rojizo. Levaba un libro en la mano que se titulaba “como tratar a los clientes” El hombre es uno cualquiera, un empleado como otro cualquiera, uno corriente y moliente;aunque un poco maloliente.


Descripción de mi perro 
Mí perro se llamaba Tobi, su estatura era pequeña y con el rabo recto como una rama. Su pelo era suave, ya que todos los días se lo cepillaba. Tenía un color negro y de vez en cuando unas manchitas de color marrón. Sus orejas puntiagudas con las que me escuchaba atentamente y sus ojos pequeños y brillantes destacaban en su pequeña cabeza. Su hocico era pequeño y siempre lo llevaba mojado por beber todo el rato agua. Su boca era pequeña y estaba llena de pequeños y puntiagudos dientes. Sus patas eran un poco altas para su estatura. Él era alegre y simpático ,  pero un mal día alguien nos lo robó.
 Mi reloj

Soy un reloj y me siento muy orgulloso del trabajo que hago, pues cada vez que mi dueña quiere saber la hora, yo le ayudo. Soy un reloj con la esfera redonda, un poco grande y de poco peso. Yo soy de color azul y con tonos grises. Mi correa es de goma y la esfera de cristal. Yo puedo decir la hora, cronometrar y avisar a mi dueña cuando me ponga la alarma. Para mi dueña soy precioso, aunque un poco basto, o por lo menos a ella se lo parece.
                         Descripción de un pingüino
                               Intentaré hacer una buena descripción de este pingüino.
Es un animal mediano, los más grandes apenas miden algo más de un metro. Sus ojos son negros y pequeños. Su pico es puntiagudo y naranja. Tiene alas, aunque no le permiten volar, pero sí nadar más rápido que muchos peces. Es de color blanco por delante, un poco amarillento por el cuello y por detrás negro. Sus patas son cortas, pero sus alas son largas. Los pingüinos viven en el polo sur, por eso tienen una capa de grasa muy gruesa para calentarlos. Su expresión es tranquila y me gusta.
Descripción de mi papá.
Mi padre se llama Alfonso Ramos García, es de Íllora y cuarentón. Es alto, de piel morena y de constitución normal. Su pelo es negro y tiene algunas canas. Sus ojos son negros y su boca grande. Es guapo, bueno y trabajador.  Viste de manera informal. Yo le tengo respeto, pero no por miedo, sino porque lo quiero mucho.
Cuando no está en casa, estoy deseando que vuelva, y lo espero para darle un beso antes de irme a la cama.